> HISTORIA Y GEOGRAFIA NIVEL MEDIO: peronismo

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Este blog es un espacio diseñado para los alumnos del nivel medio. Aquí encontrarán programas, contenidos y actividades de la asignatura Historia y Geografía. También podrán acceder a distintos recursos, diarios, películas, videos, textos, música y otros que contextualizan los temas desarrollados en clase.

Prof. Federico Cantó

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lunes, 8 de septiembre de 2014

PERONISMO Y AMPLIACIÓN DE LA CIUDADANIA

EL PERONISMO Y UNA NUEVA CONCEPCIÓN DE LA CIUDADANÍA

El atractivo político fundamental del peronismo reside en su capacidad para redefinir la noción de ciudadanía dentro de un contexto más amplio, esencialmente social. La cuestión de la ciudadanía en sí misma, y la del acceso a la plenitud de los derechos políticos, fue un aspecto poderoso del discurso peronista, donde formó parte de un lenguaje de protesta, de gran resonancia popular, frente a la exclusión política. Algo del poder de esos componentes del lenguaje político peronista se originó en que ya formaban parte del lenguaje tradicional de la política democrática, que demandaba igualdad de acceso a los derechos políticos. Esa tradición ya se había encarnado principalmente en la Unión Cívica Radical y su líder Hipólito Yrigoyen.
Antes de 1930, el partido radical había movilizado a las clases medias urbanas y rurales, así como a una porción no pequeña de las clases humildes urbanas, con una retórica y con un lenguaje tradicional acerca de la ciudadanía y los derechos y obligaciones de carácter político. […]. El éxito de Perón con los trabajadores se explicó, más bien, por su capacidad de refundir el problema total de la ciudadanía en un molde nuevo, de carácter social.
El discurso peronista negó la validez de la separación, formulada por el liberalismo, entre el Estado y la política por un lado y la sociedad civil por el otro. La ciudadanía ya no debía ser definida más dentro de la sociedad política, sino redefinida en función de la esfera económica y social de la sociedad civil. En los términos de su retórica, luchar por los derechos en el orden de la política implicaba inevitablemente el cambio social. Más aún, al subrayar constantemente la dimensión social de la ciudadanía, Perón, desafiaba en forma explícita la validez del concepto de democracia que la limitaba al goce de derechos políticos formales, y a la vez ampliaba ese concepto hasta hacerlo incluir en la participación de la vida social y económica de la nación.
En parte esto se reflejó en la reclamación de una democracia que incluyera derechos y reformas sociales, así como en una actitud que trataba con escepticismo las demandas políticas formuladas por el liberalismo formal. Esto se tornó del todo patente en la campaña electoral de 1946. El llamamiento político de la Unión Democrática se expresó poco menos que totalmente en el lenguaje de las consignas  democrático liberales. En los discursos y manifiestos políticos no hubo virtualmente mención alguna al tema social. En cambio, se encuentra un discurso político totalmente estructurado en términos de libertad, democracia, la Constitución, elecciones libres, libertad de palabra y demás.

James, Daniel. Resistencia e integración. El peronismo y la clase trabajadora
argentina 1946-1976. Buenos Aires, Sudamericana, 1990, pp. 27-30.

Actividad:

a) Compará y establecé las diferencias entre el concepto de ciudadanía liberal y el concepto de ciudadanía del peronismo.

17 de octubre de 1945

LA PLAZA DE MAYO Y EL 17 DE OCTUBRE

El hecho de que la manifestación culminara en la Plaza de Mayo fue por sí solo significativo. Hasta 1945 esa plaza, situada frente a la casa de Gobierno, había sido en gran medida un territorio reservado a la gente  decente, y los trabajadores que se aventuraban allí sin saco ni corbata fueron más de una vez alejados e incluso detenidos. Una fotografía ampliamente difundida que se tomó el 17 de octubre muestra a los obreros arremangados y sentados en los bordes de las fuentes de la plaza, con los pies sumergidos en el agua. El simbolismo implícito en esta imagen es fácil de apreciar si se tiene en cuenta el sentimiento de incomodidad que embargaba al obrero Lautaro Ferlini cuando visitaba el sector céntrico en los años anteriores al peronismo. Gran parte de ese espíritu de irreverencia y blasfemia, y de esa redistribución del espacio público, característicos de 17 de octubre y la campaña electoral siguiente, parecerían constituir una suerte de anfiteatro basado en el ridículo y el insulto, contra la autoridad simbólica y las pretensiones de la elite argentina. El resultado fue, por cierto, desinflar un tanto la seguridad que la elite tenía de sí misma. También representó una recuperación del orgullo y la autoestima de la clase trabajadora. […]

Esa combinación de significados simbólicos es sagazmente captada en los recuerdos que Félix Luna escribe del 17 de octubre, el día en que él y sus compañeros de estudio, todos radicales antiperonistas, vieron desfilar por la ciudad a las columnas de trabajadores: Bueno, ahí estaban, como si hubieran querido mostrar todo su poder para que nadie dudara de que realmente existían. Ahí estaban por toda la ciudad, pululando en grupos que parecían un mismo grupo multiplicado por centenares.
Los mirábamos desde la vereda con un sentimiento parecido a la compasión. ¿Entonces existían? ¿Tantos? ¿Tan diferentes a nosotros? ¿Realmente venían a pie desde estos suburbios cuyos nombres componían una vaga geografía desconocida. Una terra incógnita por la que nunca habíamos andado? […] Habíamos recorrido todos esos días los lugares donde se debatían preocupaciones como las nuestras. Nos habíamos movido en un mapa conocido, familiar: la facultad, la Recoleta en el entierro de Salmón Feijóo, la Plaza San Martín, la Casa Radical. Todo, hasta entonces, era coherente y lógico: todo apoyaba nuestras propias creencias. Pero ese día cuando empezaron a estallar las voces y a desfilar las columnas de rostros anónimos color tierra sentíamos vacilar algo que hasta entonces había sido inconmovible.

James, Daniel. Resistencia e integración. El peronismo y la clase trabajadora argentina 1946-1976. Buenos Aires, Sudamericana, 1990, pp. 49-50.

Actividad: Lee el texto “La Plaza de Mayo y el 17 de Octubre “y responde las preguntas:

a) ¿Por qué los obreros marchan hacia la plaza de Mayo?
b) ¿Qué intenta trasmitir el autor al hablar de “redistribución del espacio público?
c) ¿Cuál es la visión de elite argentina frente a la marcha de los obreros?
d) ¿Qué importancia tuvo para las clases populares esta manifestación?


lunes, 7 de julio de 2014

PERONISMO 1946-1955

ACTIVIDAD INTEGRADORA: PERONISMO 1946-1955.

a) Analizá las imágenes que se presentan a continuación.
b) Asociá cada imagen con algunos de los temas desarrollados sobre el peronismo y contextualizalas mediante un breve texto explicativo.
c) Organizá la información para armar una presentación de diapositivas o un video sobre el peronismo.















PERON, ELECCION DEL 46

Desde el golpe del ´43, la figura de Perón, respaldada por un sector del gobierno militar y en estrecha alianza con los sindicatos obreros generó desde el comienzo una fuerte oposición tanto dentro como fuera de las Fuerzas Armadas, especialmente en las clases medias y altas. En 1945, el embajador de  Estados Unidos, Spruille Braden,  promovió la unidad de los sectores antiperonistas que conformaron un frente electoral llamado Unión Democrática
En este frente estaban agrupados los partidos: Comunista, Socialista, Unión Cívica Radical, Demócrata Progresista y Conservador; la Federación Universitaria Argentina (FUA); la Sociedad Rural (terratenientes); la Unión Industrial (grandes empresas); la Bolsa de Comercio; y los sindicatos opositores. El embajador Braden, violando el principio de no intervención, en la política interna de un país extranjero, actuó como un líder político de la oposición.

PERÓN, ELECCIONES DE 1946

El apoyo popular, representado por el Partido Laborista y la UCR Junta Renovadora, logró  imponer a Perón con el 53% de los votos, en las elecciones del 24 de febrero de 1946, ganando en todas las provincias menos en Corrientes. Al asumir el poder, el Peronismo tenía tres objetivos: la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política, orientados por un Estado  dirigente y planificador.
La Justicia Social hacía necesaria la redistribución del ingreso y el PBI en favor de las clases obreras; el objetivo era mejorar la calidad de vida y lograr que el mercado interno consumiera la producción industrial nacional. Los convenios salariales y el aumento del empleo, mediante la instalación de fábricas estatales, fueron acompañados con la mejora en los servicios públicos que brindaba el Estado: viviendas (por créditos hipotecarios o construcción de viviendas populares), salud (hospitales modelo y aparición de las obras sociales) y educación.
La Independencia Económica se convirtió en el principal objetivo de Perón: el Estado intervendría en la Economía y llevaría a cabo una nueva fase de Sustitución de Importaciones basada en la reactivación del mercado interno y la nacionalización y estatización de empresas. La Industria debía ser el motor de la Economía nacional.
La Soberanía Política, se relacionaba con la defensa nacional. Perón promovía los principios de la "Tercera Posición", entre el capitalismo y el socialismo, mediante la cual se daba a entender que en la naciente Guerra Fría la Argentina no se alinearía de forma automática ni con Estados Unidos ni con la Unión Soviética. 


sábado, 5 de julio de 2014

PERÓN Y EL GOLPE DE 1943

El 4 de junio de 1943, Perón participó en la Revolución militar que terminó un proceso de fraude y corrupción política, iniciado con el golpe militar de 1930, que había desplazado del poder al Presidente constitucional Hipólito Yrigoyen, perteneciente al partido Unión Cívica Radical. Perón tenía el grado de Coronel y formaba parte de un grupo de oficiales organizados en una especie de logia denominada GOU (Grupo Oficiales Unidos) que sostenía un pensamiento nacionalista y de recuperación ética.

En el gobierno militar, Perón comenzó ocupando cargos menores. En octubre de 1943, solicitó desempeñarse en el Departamento Nacional del Trabajo, un modesto organismo dedicado a los asuntos laborales y sindicales. El joven coronel inició, desde este lugar, su contacto con la clase trabajadora argentina, adentrándose en sus problemas y necesidades. Convirtió al modesto organismo en Secretaría de Trabajo y Previsión, amplió sus facultades y asumió su nueva titularidad el 10 de diciembre de 1943. 

Desde allí impulsó la organización de los trabajadores en sindicatos, transmitiéndole al movimiento obrero una visión reivindicatoria y nacional del trabajo y promovió una legislación protectora inspirada en los principios de justicia social, difundidos, entre otras fuentes, por las Encíclicas papales. 

Por su desempeño en la Secretaría de Trabajo y Previsión comenzó a crecer la popularidad de Perón en la clase trabajadora, lo cual despertó desconfianza en muchos de los mandos del Ejército, que mantenían una concepción conservadora y elitista de la sociedad argentina. A tal punto llegó esta situación que, pese a estar desempeñando en 1945 los cargos de Vicepresidente y Ministro de Guerra del Gobierno Militar, el Coronel Perón fue obligado a renunciar a todas sus funciones el 10 de octubre de ese año. El día 13 fue llevado detenido a la Isla Martín García (situada en el Río de La Plata, frente a la ciudad de Buenos Aires). 

Una vez conocida por los trabajadores la noticia de la detención de Perón, se declaró una huelga general espontánea en todo el país. Contingentes obreros comenzaron a marchar hacia la Casa de Gobierno, en la ciudad de Buenos Aires, cubriendo la Plaza de Mayo con una multitud que reclamaba su libertad. 

Fue el 17 de octubre de 1945. Al anochecer de ese día y ante la presión popular, Perón fue puesto en libertad y convocado por los propios gobernantes militares a hablar a la multitud para calmarla. Perón así lo hizo, pidió su retiro del Ejército y convertido en ex-militar se lanzó a la vida política. Tenía 50 años de edad. 

Ese mismo mes de octubre contrajo matrimonio con Eva Perón. El gobierno militar, debilitado por los acontecimientos, convocó a elecciones presidenciales para el 24 de febrero de 1946. Perón, con apenas cuatro meses de tiempo, presentó su candidatura con la fórmula Perón-Quijano y organizó sus bases políticas de apoyo que fueron los trabajadores, sectores independientes y desprendimientos progresistas de los partidos tradicionales como la Unión Cívica Radical, el Partido Conservador y el Partido Socialista. 

Su adversario fue un frente político denominado "Unión Democrática", conformado por los sectores más conservadores de la sociedad en alianza con la izquierda internacionalista, como el Partido Comunista, y apoyado abiertamente por el embajador de los Estados Unidos de Norteamérica, señor Spruille Braden. La disyuntiva fue "Braden o Perón".