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Este blog es un espacio diseñado para los alumnos del nivel medio. Aquí encontrarán programas, contenidos y actividades de la asignatura Historia y Geografía. También podrán acceder a distintos recursos, diarios, películas, videos, textos, música y otros que contextualizan los temas desarrollados en clase.

Prof. Federico Cantó

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martes, 27 de enero de 2015

GUERRA CIVIL ESPAÑOLA


La República

En 1930, la dictadura del general Primo de Rivera, que había contado con el apoyo de la monarquía española, entro en crisis y la Corona pactó con la oposición política la realización de elecciones para formar un nuevo gobierno. 
En esas elecciones, que se transformaron en un plebiscito a favor o en contra de la monarquía, el amplio triunfo de los republicanos significo el fin de la monarquía en España. el rey salio del país y el gobierno provisional llamó a elecciones constituyentes.
La victoria de la coalición integrada por el Partido Socialista Obrero Español y varios partidos republicanos de izquierda fue el punto de partida para la elaboración de una nueva constitución sancionada en diciembre de 1931, que proclamó a España como una "República de trabajadores de toda clase."


La Guerra Civil.

GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
En febrero de 1936, una alianza de partidos políticos, socialistas, comunistas y liberales formó un frente popular y se impuso en las elecciones nacionales. 
La nueva orientación polìtica de la República española preocupó a la alta burguesía, a los terratenientes, al la Iglesia y al ejército. 

El triunfo del Frente Popular fue seguido por una oleada de agitación social, impulsada por organizaciones obreras de izquierda, entre las que se destacaban los anarquistas, y por campesinos que reclamaban una reforma agraria.

Los sectores capitalistas más conservadores propiciaron una sublevación militar, el 18 de julio de 1836, que condujeron los generales Franco y Sanjurjo cuyos objetivos eran dar fin al gobierno republicano y restablecer el "orden social".

El alzamiento militar fue resistido desembocando en una guerra civil. Las fuerzas armadas y los grupos de derecha resultaron vencedores luego de sangrientos enfrentamientos. Al cabo de tres años de luchas murieron más de 600.000 personas y se exilaron 350.000 españoles. El general Francisco Franco estableció una dictadura que por cuarenta años goberno españa hasta su muerte en 1975.

jueves, 25 de diciembre de 2014

REVOLUCION INDUSTRIAL


UNIFICACIÓN DE ITALIA


La unificación de Italia 

Antes de la formación de un Estado nacional unificado, el actual territorio de Italia se encontraba dividido en varios Estados. Los más importantes eran el Reino de Piamonte y Cerdeña, en el norte; los Estados Vaticanos pertenecientes al Papado, en el centro; y el Reino de Nápoles y las Dos Sicilias, un dominio patrimonial de la rama española de la familia Borbón, en el sur. Existían también tres ducados independientes (Toscana, Parma y Módena) gobernados por integrantes de la dinastía de los Habsburgo austríacos. Además, una parte importante de los territorios del noreste —Venecia y Lombardía, entre otros— se encontraban bajo el dominio de Austria. 

Hacia mediados del siglo XIX, la burguesía industrial piamontesa se convirtió en el principal impulsor de la creación de un Estado italiano nacional unificado, proyecto que contó con el decidido apoyo del rey de Piamonte,Víctor Manuel II, y su primer ministro liberal Camilo Cavour. En 1859, Piamonte entró en guerra con Austria y, con el apoyo de Francia, la derrotó. Piamonte incorporó Lombardía pero Austria conservó Venecia. 
MAPA DEL PROCESO DE UNIFICACIÓN DE ITALIA
En 1860, el político nacionalista Giuseppe Garibaldi organizó una expedición militar, conocida como "los mil camisas rojas", derrotó a las tropas españolas y disolvió el Reino de Nápoles y de las Dos Sicilias. Ese mismo año, luego de la realización de plebiscitos,Toscana, Parma, Módena y una parte de los Estados Vaticanos también se incorporaron al nuevo Estado. 

En 1861 ,Víctor Manuel 11 fue proclamado rey de Italia y la ciudad de Roma capital del nuevo reino. El Papa se opuso a la unificación. En 1866, como resultado de la alianza de Piamonte con Prusia contra Austria, Italia obtuvo la incorporación de Venecia. En 1867, el Papa llamó a los católicos a no intervenir en los asuntos públicos. Con el apoyo de Prusia, en 1870 las tropas italianas ocuparon el Vaticano y el Papa se consideró prisionero. Finalmente, en 1871 un plebiscito confirmó a Roma como capital del Reino de Italia. El conflicto con el Papado se mantuvo hasta 1929. 

miércoles, 6 de agosto de 2014

GOBIERNOS DE ROSAS

CONFEDERACIÓN ROSISTA

La Comisión Representativa formada de acuerdo a lo establecido en el Pacto Federal debía convocar a un congreso general federativo para organizar la administración general del país bajo el sistema federal. Sin embargo, los diputados porteños, por órdenes de Rosas, se ocuparon en postergar la reunión del congreso general. Su postura afirmaba que sólo estarían dadas las condiciones necesarias cuando estuviera completamente pacificado el país. Entre tanto se instituiría una confederación de estados provinciales independientes.
La Confederación Argentina funcionó a través de pactos y acuerdos entre provincias. Si bien no se formaron instituciones comunes, Buenos Aires obtuvo el manejo de las relaciones exteriores por lo que representaba a la Confederación como un Estado independiente en el plano internacional. Rosas demoraba el dictado de una Constitución que implicara la organización nacional y la consecuente pérdida de las rentas aduaneras. Bajo sus gobiernos se fue fortaleciendo económicamente el sector terrateniente bonaerense concentrando la acumulación de tierras y orientando su producción a la demanda del mercado internacional.
Las provincias del litoral y las del interior que se fueron incorporando al Pacto Federal rechazaban la postura de Rosas. Deseaban una organización nacional que permitiera reorganizar sus devastadas economías regionales. Sin embargo, Rosas logró convencer a sus aliados políticos de la inconveniencia de organizar un Congreso General mediante la presión o la entrega de ayudas económicas a las provincias.
Rosas finalizó su primer gobierno en el año 1832, luego de que se le negara la reelección con “facultades extraordinarias”, y  se retiró a la campaña a ocuparse de sus estancias. Desde allí organizó una expedición sobre los territorios aborígenes, financiada por la provincia y los estancieros bonaerenses preocupados por la amenaza indígena sobre sus propiedades.

Rosas, campaña del desierto 1833-1834
Rosas combinó durante la campaña la conciliación con la represión. Pactó con los Pampas y se enfrentó con los ranqueles y la Confederación liderada por Calfucurá. Según un informe que Rosas presentó al gobierno de Buenos Aires a poco de comenzar la campaña, el saldo fue de 3200 indios muertos, 1200 prisioneros y se rescataron 1000 cautivos blancos.
El éxito obtenido por el restaurador en la campaña aumentó aún más su prestigio político entre los propietarios bonaerenses, que incrementaron su patrimonio al incorporar nuevas tierras y se sintieron más seguros con la amenaza indígena bajo control. Rosas se alejó de la provincia pero no de los manejos políticos. Su mujer, Encarnación Ezcurra, era su fiel representante  en la ciudad y con el apoyo de la mazorca, conspiró contra los gobiernos de Balcarce, Viamonte y Maza que se sucedieron durante la ausencia del restaurador. La Mazorca no sólo eliminaba físicamente al enemigo, sino que lo hacía de manera pública, generalmente en las plazas, para dar ejemplo al resto de la sociedad.
La agitación política conducida por Encarnación contribuyó de manera decisiva a crear un clima de gran inestabilidad favorable a los intereses de Rosas. Un hecho agravó aún más la situación. El caudillo riojano Facundo Quiroga residía por entonces en Buenos Aires bajo el amparo de Juan Manuel de Rosas. Ante un conflicto desatado entre las provincias de Salta y Tucumán, es encomendado por el gobernador de Buenos Aires, Manuel Vicente Maza (quien respondía políticamente a Rosas), en una gestión mediadora. Tras un éxito parcial, Quiroga emprendió el regreso y fue asesinado el 16 de febrero de 1835 en Barranca Yaco, provincia de Córdoba.
Rosas calificó este hecho como un complot unitario. La muerte de Quiroga y la acusación de Rosas, agitaron aún más el clima político lo que determinó la renuncia de Maza. Rosas parecía ser el único capaz de imponer orden. Por una amplia mayoría de votos expresados en la legislatura Rosas fue electo nuevamente gobernador de Buenos Aires,  en marzo de 1835, esta vez con la suma del poder público.
Ejecución pública de los asesino de Quiroga
La hegemonía rosista se consolidó mediante la unificación ideológica del pueblo de Buenos Aires a través del uso obligatorio de la divisa punzó (símbolo del federalismo), del riguroso control de la prensa; y de una dura represión a la oposición ideológica y política realizada por la Sociedad Popular Restauradora, conocida como la "mazorca", la fuerza de choque de Rosas, encargada de la intimidación y la eliminación de los opositores. Múltiples y sanguinarios hechos de violencia fueron llevados a cabo por la Mazorca bajo el lema de: "¡Mueran los salvajes unitarios! Este lema dio origen a una ola de violencia incontrolable y desorbitada en la que toda clase de asesinatos, ejecuciones, secuestros, torturas y destrucción estuvo permitida, o al menos tolerada, por las autoridades para sostener el régimen. Durante el largo período rosista, la mazorca se cobró miles de víctimas.

Ejecución pública de los asesinos de Quiroga
En 1836, Rosas sancionó la Ley de Aduanas, que protegía a las materias primas y productos locales, prohibiendo en algunos casos y gravando con altos aranceles en otros, el ingreso de la mercadería importada que pudiera perjudicar a la producción nacional. La Ley favoreció a las provincias pero sobre todo a Buenos Aires que aumentó notablemente sus ingresos aduaneros. Todo producto argentino destinado al exterior debe pagar su tributo a Buenos Aires y todo producto extranjero destinado a cualquier parte del país deber pagar también a Buenos Aires. Mediante este procedimiento Buenos Aires puede estimular cierta actividad económica del interior y boicotear otra, determinando qué mercadería extranjera y de qué países de procedencia podrá consumir el interior.
Quedaban en manos de Buenos Aires las llaves para favorecer o empobrecer a determinados grupos sociales de las provincias. En esta segunda gobernación Rosas favoreció la venta o el otorgamiento de las tierras públicas que pasaron a manos de los grandes ganaderos.
Rosas mantuvo durante gran parte de su mandato excelentes relaciones con los comerciantes británicos y su gobierno. Francia no había obtenido de Rosas un tratado comercial como el que Inglaterra había conseguido de Rivadavia. Los ciudadanos franceses no estaban exentos de hacer el servicio militar como los británicos. Rosas, además, había encarcelado a varios franceses acusados de espionaje.
En protesta por el cobro de derechos aduaneros más altos para los productos franceses que tocaran antes Montevideo, donde el comercio francés era dominante, las naves francesas que estaban estacionadas en el Río de la Plata, bloquearon el puerto de Buenos Aires a fines de marzo de 1838. El bloqueo se mantuvo por dos años generando una obligada política proteccionista, más allá de la Ley de Aduana y produjo ciertas grietas en el bloque de poder. Los ganaderos del Sur de la provincia se rebelaron contra Rosas ante la caída de los precios de la carne y las dificultades provocadas por el cerco francés al puerto. En octubre de 1840, finalmente por tratado Mackau - Arana, Francia pone fin al bloqueo. El gobierno de Buenos Aires se comprometió a indemnizar a los ciudadanos franceses, les otorgó los mismos derechos que a los ingleses y decretó una amnistía.
Durante el bloqueo se reanudó la guerra civil. Lavalle, con el apoyo francés, invadió Entre Ríos y Santa Fe pero fracasó en su intento de tomar Buenos Aires por carecer de los apoyos necesarios y debió marchar hacia el Norte.
 Concluido el conflicto con Francia, Rosas limitó la navegación de los ríos Paraná y Uruguay. Esta decisión de Rosas afectó los intereses de los comerciantes franceses y británicos. En 1845, el puerto de Buenos Aires fue bloqueado nuevamente, esta vez por una flota anglo-francesa. A pesar de la heroica resistencia de Lucio N. Mansilla y sus fuerzas, en la Vuelta de Obligado, una flota extranjera rompió las cadenas colocadas de costa a costa y se adentró en el Río Paraná.
El bloqueo no sólo afectaba los intereses de los extranjeros, también perjudicaba a los estancieros del Litoral que no podían navegar libremente por el río Paraná y debían comerciar sus productos por el puerto de Buenos Aires, entre los afectados estaba Justo José de Urquiza, que gobernaba la provincia de Entre Ríos desde 1841.
Los ingleses levantaron el bloqueo en 1847 mientras que los franceses lo hicieron un año después. Recién en 1850 quedaron normalizadas las relaciones con Inglaterra y Francia. Los bloqueos impusieron sacrificios a los sectores populares pero no tanto a los estancieros, financistas y grandes comerciantes. Estos grupos disponían de importantes reservas para sobrellevar los malos tiempos. Por otra parte, durante este período se restringío el sacrificio de animales de manera que al finalizar los bloqueos, las estancias se encuentran con su ganado multiplicado y listo para ser exportado. 

LA CAIDA DE ROSAS


ACTIVIDAD

1. Explicá los motivos que postergaron la convocatoria a un Congreso Constituyente.
2. Analizá el mapa y el párrafo de la campaña del desierto. ¿Qué grupo social impulsó esta expedición militar y por qué motivos?
3. Describí las causas que le permitieron a Rosas ser reelecto gobernador con facultades extraordinarias.
3. Identificá los instrumentos políticos, sociales  y económicos que permitieron a Rosas permanecer en el poder hasta 1852.
4. Justificá la siguiente afirmación: “La Ley de Aduanas resultaba beneficiosa y perjudicial para las provincias”
5. Explicá los conflictos externos e internos que debe enfrentar Rosas durante su segundo gobierno.

lunes, 4 de agosto de 2014

UNITARIOS Y FEDERALES

UNITARIOS Y FEDERALES: LAS GUERRAS CIVILES


Entre 1828 y 1831 los enfrentamientos entre unitarios y federales se manifestaron de forma violenta en todo el país. La guerra con el Brasil concluyó en septiembre de 1828 con la firma de un tratado de paz que respondía a los intereses de Gran Bretaña. Este acuerdo reconocía a la Banda Oriental como un estado independiente lo que favorecía a los británicos ya que podían ampliar su influencia sobre el comercio del Río de la Plata desde el puerto de Montevideo. 

Dorrego, encargado de las relaciones exteriores de las Provincias Unidas, aprobó rápidamente el tratado  presionado por los británicos y asfixiado por los gastos de la guerra que eran financiados con recursos de la Aduana de Buenos Aires. 

Sin embargo, las tropas del Directorio que regresaban de Brasil rechazaban el desventajoso acuerdo. El 1° de diciembre de 1828, el jefe de las tropas, Juan Lavalle, organizó una rebelión unitaria contra Dorrego y lo derroca. Entre tanto, otro jefe unitario, José María Paz se dirigió con sus tropas hacia el interior para encabezar una rebelión contra los caudillos provinciales federales.

En Buenos Aires, Lavalle, fue nombrado gobernador en forma ilegítima. Dorrego se dirigió a la campaña buscando el auxilio de Rosas y sus colorados del monte. Sin embargo, fue derrotado en la batalla de Navarro y, traicionado por uno de sus coroneles, fue capturado. Lavalle ordena fusilarlo el 13 de diciembre. 

La reacción porteña no se hizo esperar. Rosas quien había sido nombrado comandante de las milicias urbanas desde 1827, se dirigió a Santa Fe donde junto al caudillo federal Estanislao López organizaron la contraofensiva. Lavalle fue derrotado luego de sangrientos enfrentamientos en la batalla del puente de  Márquez, sobre el actual río reconquista. Rosas, se instaló en Cañuelas y sitió las ciudad de Buenos Aires. Unos meses más tarde Lavalle se vio obligado a firmar un tratado de paz y abandonó Buenos Aires. Rosas restauró la legislatura disuelta por Lavalle y fue declarado “Restaurador de las Leyes”. Pocos días después, en diciembre de 1829, fue electo gobernador de la provincia de Buenos Aires con “facultades extraordinarias” para dictar leyes sin acuerdo de la Legislatura.

En tanto, el general Jose Paz, se había apoderado de Córdoba y en dos ocasiones derrotó a las milicias del caudillo riojano Facundo Quiroga quien había concurrido con sus fuerzas en auxilio de Bustos, el caudillo de Córdoba. Desde esta provincia Paz envió expediciones a otras provincias del norte y el oeste con el fin de desalojar del poder a los caudillos federales y reemplazarlos por unitarios. Para mediados de 1830 las provincias unitarias del interior formaron la “Liga del Interior” y otorgaron a Paz el Poder Supremo Militar. La Liga retiró a Buenos Aires la representación de las relaciones exteriores tensando el enfrentamiento con el resto de las provincias federales.

Las provincias del Litoral enviaron representantes a la ciudad de Santa Fe para firmar un pacto defensivo contra la Liga del Interior. El 4 de enero de 1831 firmaron el Pacto Federal. El país se encontraba inmerso en la guerra civil organizada en dos bandos: La Liga del Interior, de signo unitario, y la Liga del Litoral, embanderada en el federalismo.

Con la ayuda de la Liga del Litoral, Quiroga, caudillo de La Rioja, logró recuperar varias provincias del interior. Por su parte, Estanislao López, caudillo santafesino, avanzó desde el este hacia Córdoba. El general Paz fue hecho prisionero iniciando la derrota de la Liga del Interior. Quiroga avanzó sobre los ejércitos unitarios de Lamadrid en Tucumán y tras su triunfo los jefes unitarios huyeron refugiándose en Bolivia. 

El federalismo se impuso en todas las provincias abriendo una nueva etapa en la historia argentina bajo la impronta de los tres caudillos más importantes: Rosas, López y Quiroga. Cada uno de ellos representaba los intereses de su región y expresaban las diferencias internas del federalismo. De a poco logró imponerse el primero. Se dio paso entonces a la Confederación y volvió a retrasarse el dictado de una Constitución y la conformación de un Estado nacional.

ACTIVIDADES:

1) Utilizá el mapa y el texto para identificar las provincias que quedaron integradas en la Liga Unitaria de 1830.
2) ¿Por qué motivos se menciona a Rosas, López y Quiroga como los tres principales caudillos hacia 1831?
3) Analizá los artículos del Pacto Federal de 1831 y justificá las siguientes afirmaciones:

a) “Las provincias litorales firmaron el Pacto Federal”
b) “El Pacto tiene características liberales”
c) “El tratado de Santa Fe forma una alianza militar contra la Liga del Interior”
d)” El Pacto Federal reafirma los deseos de las provincias de constituir un Estado nacional.”

Pacto Federal.

3° Las provincias de Santa Fé, Buenos Aires y Entre Ríos se ligan y constituyen en alianza ofensiva y defensiva contra toda agresión de parte de cualquiera de las demás provincias de la República (lo que Dios no permita), que amenace la integridad e independencia de sus respectivos territorios.
8° Los habitantes de las tres provincias litorales gozarán recíprocamente la franquicia y seguridad de entrar y transitar con sus buques y cargar en todos los puertos, ríos y territorios de cada una ejerciendo en ellas su industria con la misma libertad, justicia y protección que los naturales de la provincia en que residan, bien sea permanente o accidentalmente.
13° Si llegare el caso de ser atacada la libertad e independencia de alguna de las tres provincias litorales, por alguna otra de las que no entran al presente en la declaración, o por otro cualquier poder extraño, la auxiliarán las otras dos provincias litorales con cuantos recursos y elementos están en la esfera de su poder, según la clase de la invasión, procurando que las tropas que envíen las provincias auxiliares sean bien vestidas, armadas y municionadas, y que marchen con sus respectivos jefes y oficiales. Se acordará por separado la suma de dinero con que para este caso deba contribuir cada provincia.
15° Interin dure el presente estado de cosas, y mientras no se establezca la paz pública de todas las provincias de la República residirá en la capital de Santa Fe una comisión compuesta de un diputado por cada una de las tres provincias litorales, cuya denominación será "Comisión representativa de los gobierno de las provincias litorales de la República Argentina", cuyos diputados podrán ser removidos al arbitrio de sus respectivos gobiernos, cuando lo juzguen conveniente, nombrando otros inmediatamente en su lugar.
16° Las atribuciones de esta Comisión seran:
3° Ordenar se levante el ejército en caso de guerra ofensiva y defensiva, y nombrar el general que deba mandarlo.
5° Invitar a todas las demás provincias de la República cuando estén en plena libertad y tranquilidad, a reunirse en federación con las tres litorales; y a que por medio de un congreso general federativo se arregle la administración general del país, bajo el sistema federal, su comercio interior y exterior, su navegación, el cobro y distribución de las rentas generales y el pago de la deuda de la República, consultando del mejor modo posible la seguridad y engrandecimiento general de la República, su crédito interior y exterior y la soberanía, libertad e independencia de cada una de las provincias.



sábado, 10 de mayo de 2014

LA ORGANIZACIÓN NACIONAL ARGENTINA

LA ORGANIZACIÓN NACIONAL ARGENTINA
BATALLA DE CASEROS

Hacia mediados del siglo XIX, la consolidación del capitalismo en Europa occidental, la estructuración de un mercado mundial y la división del trabajo ofrecían perspectivas favorables para que nuestro país se insertara en este nuevo modelo de organización mundial que proponían las economías industriales.

La creencia en la idea de un progreso indefinido que corregiría todas las contradicciones presentadas en la organización social y política de los nuevos estados incorporados al capitalismo se sostenía sobre dos bases: orden y progreso. El desafío planteado en nuestro país consistía en la implementación de un programa de modernización del Estado para establecer un poder centralizado capaz de controlar la política y la economía, así como también desarrollar un sentimiento compartido de nación entre sus habitantes.

Esta posibilidad de organizar un estado centralizado hacía necesario someter las voluntades de los grupos dominantes durante la etapa posterior a la independencia, avanzando sobre las libertades de las jurisdicciones locales. En este sentido los principales esfuerzos de la consolidación del Estado se concentraron en la organización de una estructura militar que monopolizara el uso de la fuerza; y de una organización del sistema de impuestos que permitiera sostener los gastos de la nueva estructura política.

Con este fin se organiza el ejército, la corte de justicia, el banco nacional, la emisión de papel moneda, la administración de aduanas y la contaduría general de la nación. Dentro de esta organización se hizo necesario unificar el derecho mediante la creación de códigos civiles, penales y comerciales. Para la difusión de estos nuevos marcos de legalidad se impulsó la educación pública y gratuita.

La modernización del estado hizo necesaria la utilización de los nuevos avances tecnológicos que permitieran articular estas acciones por medio de la instalación de telégrafos y ferrocarriles. La modernización hacía necesaria la incorporación de nuevos territorios donde extender este sistema de dominación para lo cual se procedió a ampliar las fronteras de la civilización mediante el exterminio de las poblaciones nativas para incorporar sus territorios a las áreas de producción orientadas a la nueva organización y división internacional del trabajo.

Esta avanzada, concretada en 1880 sobre las tierras marginales, y el control de las antiguas áreas mediante el sofocamiento de los alzamientos organizados por los líderes de las provincias que quedaban excluidas del nuevo orden, permitieron la consolidación del gobierno nacional.


"CAMPAÑA DEL DESIERTO" Expediciones de exterminio de la población aborigen de Julio Roca


La presidencia de Bartolomé Mitre

Mitre, al asumir la presidencia en octubre de 1862, se encontró con un obstáculo: el problema de la residencia de las autoridades nacionales. La solución la encontró mediante la “Ley de compromiso” que establecía que los miembros del poder ejecutivo podrían residir en Buenos Aires hasta tanto se fijase la capital de la república.

Durante el debate de esta ley quedaron expuestas dos tendencias del liberalismo porteño: Los mitristas o nacionalistas que pretendían que se nacionalizara la ciudad y la aduana; y por otra parte, los autonomistas que pretendían conservar los privilegios de Buenos Aires. Ambos partidos pertenecían a la misma clase social y su objetivo era la toma del poder para controlar el aparato estatal.

El gobierno nacional fue imponiéndose por medio del ejército sobre el poder de las provincias centralizando funciones como la recaudación impositiva, la emisión de moneda, la educación y el poder represivo. Mitre encargó a un grupo de juristas la redacción de un código civil y de comercio para la nación y creó la Corte Suprema de Justicia y los tribunales inferiores. Se crearon catorce colegios nacionales, uno para cada provincia, con el fin de unificar ideológicamente a todos los territorios. Para financiar estas reformas creó un aparato recaudador nacional mediante el cual poder extraer recursos de la sociedad de una manera organizada y previsible.

La guerra del Paraguay

Durante la presidencia de Mitre comenzó la guerra del Paraguay que enfrentó a la triple alianza (Uruguay, Argentina y Brasil) contra Paraguay. Esta se prolongó entre 1865 y 1870, su causa respondía a los intereses británicos de proveerse de algodón para sus industrias y acabar con el modelo autónomo de desarrollo del Paraguay.

El Paraguay era la única nación que no tenía deuda pública y poseía sus propios astilleros, fábricas metalúrgicas, ferrocarriles, líneas telegráficas y fabricación de armamento. La mayor parte de las tierras pertenecían al Estado y además poseía el monopolio del comercio exterior.

La declaración de la guerra fue muy impopular en el interior de nuestro país ya que Paraguay era considerada una república hermana, esto provocó el levantamiento de algunas provincias que fueron sofocados por el gobierno nacional. Sin embargo, la guerra se prolongó durante cinco años y costó al país cuantiosas sumas de dinero y 50 mil muertos.

En 1870, durante la presidencia de Sarmiento los aliados tomaron Asunción poniendo fin a la guerra. Paraguay había quedado destrozada, su población fue diezmada y el territorio arrasado. El general Mitre declaró:

“En la guerra del Paraguay ha triunfado no sólo la República Argentina sino también los grandes principios del libre cambio (…) Cuando nuestros guerreros vuelvan de su campaña, podrá el comercio ver inscriptos en sus banderas victoriosas los grandes principios que los apóstoles del libre cambio han proclamado.”

Finalizada la guerra, Brasil saqueó Asunción, instaló un gobierno adicto y se apropio de una gran porción del territorio paraguayo. En tanto que el regreso de las tropas trajo consigo, en 1871,  una terrible epidemia de fiebre amarilla. La peste dejó como saldo 13 mil muertos y provocó el traslado de las familias oligárquicas, que abandonaron sus casonas de la zona sur, hacia la zona norte de la ciudad.

La presidencia de Sarmiento

Domingo Faustino Sarmiento asume la presidencia el 12 de octubre de 1868 con el apoyo de Mitre, su obra estuvo orientada a “civilizar” a la nación. Con este objetivo triplicó el número de alumnos, fundó ochocientas escuelas y creó las escuelas normales de formación de docentes. Veía en esta tarea la garantía para transmitir los valores tradicionales, el culto a la obediencia, el respeto a la autoridad y la unificación del pensamiento. Completó su labor educativa la creación del Colegio Militar y de la Escuela Naval.
Sarmiento comprendió la necesidad de establecer un sistema nacional de comunicaciones y para ello se tendieron cinco mil kilómetros de cables telegráficos y se inauguró la primera línea telegráfica con Europa. Modernizó el correo y se preocupó por extender las líneas férreas. La red ferroviaria fue construida por empresas inglesas a las que se les concedía grandes beneficios. El trazado de las líneas se realizó en abanico, sin conexión entre las regiones, hacia el puerto de Buenos Aires según el interés de los británicos para poder exportar la producción local hacia Londres.

Durante su gobierno se intentó la fundación de colonias de agricultores, sin embargo, no pudo concretar esta obra por la oposición de los terratenientes porteños. El poder de la oligarquía terrateniente fue aumentando en la medida que el Estado se consolidaba. La clase dirigente argentina había tomado el hábito de solicitar préstamos de divisas al exterior. Esto generaba una sensación falsa de prosperidad.

En 1873 se produjo una crisis económica en los países centrales por lo cual suspendieron los créditos e inversiones e hicieron disminuir el precio de nuestras materias primas. Sus consecuencias fueron quiebras de empresas, devaluación de la moneda, reducción de los salarios de los empleados públicos, disminución de la inmigración y desocupación.

Su obra de gobierno incluyó la organización de la contaduría nacional y el Boletín Oficial, que permitía a la población en general conocer las cuentas oficiales y los actos de gobierno, creó el primer servicio de tranvías a caballo y diseño los jardines botánico y Zoológico.

La presidencia de Avellaneda

En 1874 fue electo el tucumano Nicolás Avellaneda, el mitrismo, derrotado en las elecciones fracasó en su intento de dar un golpe de Estado. Concluida la revuelta Avellaneda incorporó a su gabinete a miembros de la oposición mitrista como forma de conciliación.
NICOLÁS AVELLANEDA

En 1876 se promulgó la “ley de inmigración” que prometía tierras y trabajo para los campesinos europeos que se asentaran en nuestro país. La necesidad de poblar nuestro territorio se convirtió en política de Estado dando como resultado un aumento importante de la población.

Avellaneda sufrió los efectos perdurables de la crisis económica y aplicó medidas extremas: disminución del presupuesto público, suspensión de la convertibilidad del papel moneda a oro, rebaja de sueldos y despidos de empleados públicos. A partir de 1876 llegaron al país los primeros barcos frigoríficos aumentando las posibilidades de exportación de nuestro país e incrementaba el valor del ganado.

Al finalizar su presidencia, Avellaneda envió al parlamento un proyecto de federalización de Buenos Aires. El proyecto provocó la reacción del gobernador, Carlos Tejedor, quien se sublevó contra las autoridades nacionales, Entre tanto se llevaron a cabo las elecciones nacionales que dieron el triunfo a la fórmula Roca- Madero, partidarios de la federalización.

La ciudad fue sitiada y Tejedor debió renunciar. Finalmente, en agosto de 1880, la legislatura de nacional disolvió a la legislatura bonaerense y sancionó la Ley de Federalización de la ciudad de Buenos Aires. La ciudad fue declarada Capital Federal de la República Argentina.

Adaptación del texto: PIGNA, Felipe (Coord.), Historia, La Argentina Contemporánea, Ed. A-Z, Bs. As., 2007.


ACTIVIDADES:

a)      Organizá en una línea de tiempo las presidencias del periodo de formación del Estado nacional
b)      Sintetizá la labor de gobierno de cada una de ellas
c)      Organizá en un cuadro las acciones llevadas adelante para la consolidación del estado nacional según sean sociales, políticas, económicas, judiciales, militares.




domingo, 29 de septiembre de 2013

EL IMPERIO INCA

Ver anterior: El IMPERIO AZTECA

Ama suwa, ama llulla, ama qilla.
(No seas ladrón, no seas mentiroso, no seas holgazán)
Lema del Imperio Inca 

Machu Pichu- Ciudad sagrada de los Incas

Los Andes Peruanos

La región que comprende la costa de Perú, las montañas y el altiplano boliviano formaban una zona cultural. Esta región vio el surgimiento de sociedades sedentarias basadas en la agricultura desde antes del 2000 a.C. En estas sociedades, la construcción de complejas obras de riego y la aplicación de técnicas agrícolas habían favorecido el crecimiento constante de la producción agrícola y de la población. Se habían desarrollado las ciudades y la organización social estaba fuertemente jerarquizada. Al llegar los españoles encontraron una organización imperial controlada por los Incas, uno más de los tantos grupos étnicos establecidos en la región.

El imperio Inca

Según la leyenda fueron cuatro hermanos los fundadores de la familia Inca. Manco Capac, el primer Inca, es considerado como héroe y un dios, fue el fundador del Cuzco, la ciudad capital del imperio Inca. A partir de Manco Capac se le sucedieron 13 incas en el gobierno, el último fue Atahualpa quien reinaba cuando llegaron los españoles.Los incas constituyeron un poderoso imperio que logró la máxima expansión territorial en la época en que Colón iniciaba su viaje hacia lo desconocido.


El imperio se extendía desde las sierras de la actual Colombia hasta el norte de Chile y de la Argentina, y desde la costa del océano Pacífico hasta el este de los bosques del río Amazonas. Los incas eran un pueblo originario de las sierras y desde allí dominaron, mediante la guerra de conquista, a los pueblos de las otras zonas. Establecieron la capital de su imperio en la ciudad de Cuzco, a la que consideraban el centro del universo. El imperio, que ellos llamaban Tahuantinsuyo -que quiere decir las cuatro partes del mundo-, estaba dividido en cuatro regiones, las que, a su vez, se subdividían en provincias. Al frente del imperio estaba el Inca, y las zonas conquistadas estaban dirigidas por los curacas o gobernadores de provincia.

Organización económica y grupos sociales

La agricultura fue la base de la economía del imperio incaico. La producción era muy variada y los cultivos más importantes eran el maíz. la quinoa y la papa. Los incas aplicaron diferentes técnicas agrícolas que mejoraron el rendimiento de los cultivos. En la zona árida de la costa usaron el guano -excremento de aves marinas- como fertilizante de las tierras y construyeron canales de riego. En el interior, sobre las laderas de las sierras, cultivaban en terrazas.
Terrazas de cultivos
La cría de llamas y de alpacas fue una actividad importante en la economía incaica. De ella obtenían lanas, carne y se usaban como animales de trabajo. La llama no soporta más de 45 Kg. de peso se adapta a las grandes alturas. Además, el dominio de pueblos que habitaban diferentes zonas les permitió obtener, mediante el pago de tributos, productos diversos.

La sociedad incaica estaba jerarquizada y se podían diferenciar varios grupos sociales. El grupo más importante era la nobleza (real y provincial).  En primer lugar se  encontraba el Inca y su familia, por debajo, los sacerdotes, los guerreros y los altos funcionarios del imperio. A este grupo social también pertenecían la nobleza provincial formada por los Curacas, jefes de los ayllus o comunidades campesinas que habían aceptado someterse al imperio. Los nobles controlaban el Estado y vivían de los tributos que entregaban los campesinos.


RED DE CAMINOS DEL INCA
Por debajo de la nobleza se encontraban los habitantes del imperio que eran libres y pertenecían a una comunidad o ayllu, en su inmensa mayoría eran campesinos. En el último escalón social se encontraban los yanaconas que eran servidores perpetuos del Inca y del imperio. Los ayllus que no se sometían al imperio y eran derrotadas en la guerra integraban este grupo.

El ayilu era la comunidad de campesinos unidos por vínculos familiares, que tenían antepasados en común y habitaban un mismo territorio. El Estado entregaba tierras a cada comunidad para su subsistencia y a cambio exigía fuertes tributos. Anualmente, el Curaca asignaba parcelas a cada familia según el número de sus componentes. Pero los campesinos no eran propietarios de las tierras y estas parcelas eran trabajadas colectivamente por todos los miembros de la comunidad. El ayllu debía entregar tributos en productos y en trabajo al Estado y a los curacas.

 En los ayllus las tierras se dividían en tres: las tierras de las comunidades, cuya producción alimentaba a las familias campesinas, las tierras del Inca y las de la religión, con las que se mantenían  al emperador y el culto a los dioses. Los campesinos debían obligatoriamente trabajar en todas. 

El Estado Incaico

El Estado incaico fue teocrático porque el emperador, el Inca, era reconocido como el hijo del Sol, el dios más importante de la religión inca. Un consejo de nobles y sacerdotes, asesoraba al Inca en las tareas de gobierno.  La gran expansión del imperio fue posible por la fuerza militar. Para facilitar el desplazamiento de sus ejércitos, los incas construyeron una vasta red de caminos. La existencia de tambos o postas a lo largo de esos caminos servía para el descanso de las tropas en campaña y para el recambio de animales y armas.
Tambo Colorado, Pisco. PERÚ

Todos los pueblos que pertenecían al imperio tenían la obligación de entregar al Estado una determinada cantidad de alguna materia prima o de productos manufacturados, según la producción característica de cada zona. Además, la población estaba obligada a realizar trabajos individuales en beneficio del Estado, los curacas o los sacerdotes. La sociedad incaica funcionaba sobre la base de la reciprocidad y la redistribución.

La reciprocidad consistía en la ayuda entre todos los miembros de una comunidad. Por ejemplo, los habitantes de un ayllu se ayudaban entre sí a sembrar y a cosechar en las parcelas de subsistencia; y, en ocasión de un matrimonio, toda la comunidad ayudaba a levantar la casa de los recién casados. Los incas incorporaron el principio de reciprocidad de los ayllus como una de las bases del funcionamiento económico y social de su imperio.

Los ayllus entregaban los tributos a los curacas, y los bienes tributados se acumulaban en depósitos reales que estaban en aldeas, caminos y ciudades. Cuando algunos pueblos del imperio no podían satisfacer sus necesidades básicas porque las regiones en las que vivían habían sido afectadas por malas cosechas u otras catástrofes, el Estado incaico redistribuía una parte de los alimentos, materias primas y productos manufacturados almacenados. También utilizaba los bienes acumulados para costear los gastos de las constantes expediciones militares, y para premiar los servicios realizados por algunos funcionarios generalmente nobles.

Los tributos de las comunidades campesinas dados al Estado eran de tres tipos:

1. Trabajos colectivos en las tierras del Inca.

2. Trabajos individuales periódicos y rotativos para el Estado, a los que llamaban mita, con este sistema se construían puentes y caminos.

3. Las comunidades debían entregar a los curacas alimentos, materia primas y productos manufacturados.

El Estado incaico tuvo una existencia muy corta ya que, si bien sus inicios se remontan al siglo XII , el período de expansión imperial comienza hacia mediados del siglo XV y  finaliza hacia mediados del siglo XVI , cuando fueron conquistados por los españoles.

ACTIVIDAD:

 1) Organizá las características del Imperio Inca según las siguientes categorías:



2) Relacioná la imágen con lo leído en el texto